viernes, 3 de enero de 2014

Ciclo: Cuatro poetas suicidas chinos



Cuatro hermanas




sobre la desolada brisa de la montaña están paradas cuatro hermanas
toda la brisa sólo sopla hacia ellas
todos los días se rompe por ellas

un trigo en el aire
se eleva alto hasta mi coronilla
mi cuerpo está en esta desolada brisa
añoro mi casa vacía, llena de polvo

ah, yo he amado a estas confusas cuatro hermanas
cuatro hermanas que emiten cuatro rayos luminosos
de noche apoyo mi cabeza en libros y en la Tierra Divina[1]
pienso en las cuatro hermanas en el lejano cielo azul
ah, yo he amado a estas confusas cuatro hermanas
como amo a los cuatro poemas que escribe mi querida mano
mis cuatro bellas hermanas que me acompañan y viajan conmigo
quiero que aparezca una más que las de la diosa del destino
apresuro a la hermosa pálida vaca lechera   caminamos
                                                      [hacia la cima con forma de luna

llegado el segundo mes, de dónde vienes
nieve que del cielo ruedas en la primavera, de dónde vienes
no junto con los desconocidos vienes
no junto con la carreta que transporta mercancías vienes
no junto con la bandada de pájaros vienes

las cuatro hermanas corren en este
este trigo en el aire
corren en la gran nevada de ayer, en la lluvia de hoy
en los cereales de mañana y en las cenizas
este es el trigo desesperado

por favor díganles a las cuatro hermanas: este es el trigo
                                                                                     [desesperado
por siempre será así
detrás del viento habrá viento
encima del cielo habrá cielo
delante del camino aún será camino






Hai Zi
“El vigilante del trigal”
(Distrito Huaining, 1964 – 1989)



     El 26 de marzo de 1989, a la edad de veinticinco años, cometió suicidio al acostarse sobre la vía férrea en el sitio conocido Shanhaiguan, paso en el extremo noreste de la Gran Muralla.

[…]

     Los poemas de Hai Zi y su suicidio tienen una relación con la situación espiritual de los intelectuales y la sociedad china en la década del ochenta del siglo XX. En esa década, toda la sociedad china se revitalizó y ciertas corrientes de pensamieto (idealismo, romanticismo, existencialismo…) predominaron en el ámbito cultural. Dentro de la juventud, particularmente en el ámbito de los estudiantes universitarios, entre los lectores o hacedores de literatura, el pensamiento individualista permeó el ambiente e influyó por largo tiempo a aquella generación.

[…]

     Después de su muerte se levantó una frenética ola por estudiar a Hai Zi, no sólo a su poesía sino también a la vía que condujo hasta su suicidio. Hai zi abrió el camino en la utilización del lenguaje llano del pueblo y del lenguaje coloquial. Su experiencia de niño y de joven en el campo le permitió incluir en su poesía palabras o vocablos provenientes del medio rural. Sus poemas cortos edificaron un territorio artístico, puro, bello, inmaculado…


Cuatro poetas suicidas chinos
Prefacio, notas, selección y traducción de Wilfredo Carrizales
Ediciones Cinosargo
Primera edición – San Marcos de Arica 2013


[1] Un nombre poético de China originado en la “Época de los estados combatientes” (475 – 221 a. C.)

miércoles, 1 de enero de 2014

Ciclo: Cuatro poetas suicidas chinos



Necesito una respuesta

                                                       -el 6 de diciembre Gu Cheng dio un recital
                                                        y habló en Los Ángeles, California, USA.



     Yo tengo mucho sueño, cuando estoy somnoliento me interno en los sueños. / Vine desde Nueva York, perdí no pocos poemas, por eso esta vez sólo puedo leer los que todavía no se han perdido. / Al ingresar a este salón, yo vi muchas cosas perdidas por los muertos, los vivos las encontraron. / Las personas siempre temen olvidar los asuntos, pero aún olvidan los asuntos más importantes. / Yo estoy sentado aquí, me espero a mí mismo, veo a mi amigo que avanza desde el frente. / La lámpara de aquí es redonda, me permite recordar cuando yo era pequeño que me gustaba un huevo de pájaro. / Yo quiero mucho vivir en el centro de un huevo de pájaro, / pero el mundo me dice que yo nací en un nido, / también me dice que yo nací en el fondo plano de una olla, yo deseo creer esta expresión: / pero en los sueños, siempre hay una voz que dice que no es así, / yo tengo un origen, pero lo olvidé. Yo escribo poemas porque recuerdo. /
     Hay un amigo que creció en los Estados Unidos, en estos días nos encontramos a diario, / hace un momento él me preguntó, por qué debo traer esta gorra. Yo sé que él necesita una respuesta, / yo dije, esto es una antena, puede recibir sonidos de la felicidad. / Él escuchó y manifestó satisfacción, / porque la gorra tiene un uso. / Yo también me sentí satisfecho, / como si encima de mis ojos aún hubiera ojos. / En Nueva Zelanda están de sobra, porque allí hay mucha tranquilidad, / no es necesario que traiga gorra también puedo escuchar el canto de los pájaros, / veo estrellas más allá de las estrellas. / El primer poema que a continuación recitaré, / justamente lo escribí allá, / aún no ha sido impreso en caracteres de plomo, / él esta noche sólo es sonido ________


esta es la más bella estación
puede olvidar soñar
por doquier todo es flor
se colman las montañas de oscuras sombras que
flotan

estas son las más bellas sombras
pueden agitar la luz solas
suavemente bajan la montaña
las copas de licor tintinean

estas son las más bellas copas de licor
pueden emitir cantos
colocarlos en flores fragantes y recogerlos
en las cuatro direcciones todo es sol

este es el más bello sol
imprime flores sobre el suelo
quién desea recoger las sombras
quién desea recoger los rayos brillantes

(Incompleto)



Gu Cheng
(1956 – 1993)

… fue un famoso poeta, ensayista, novelista y dibujante chino. Llegó a ser un prominente miembro de “los poetas oscuros”, un grupo de poetas chinos surgido después de las reformas de 1979. Él, junto con Hai Zi y Ge Mai, forman el trío de poetas suicidas de finales del siglo XX.
[…]
     En octubre de 1993 Gu Cheng atacó a su esposa con un hacha y después él se ahorcó. Ella falleció cuatro horas más tarde en un hospital. Él tenía treinta y siete años; ella, treinta y cinco. Todavía existe mucho debate acerca de lo que sucedió realmente aquel día.



Cuatro poetas suicidas chinos
Prefacio, notas, selección y traducción de Wilfredo Carrizales
Ediciones Cinosargo
Primera edición – San Marcos de Arica 2013
p. 91