sábado, 6 de agosto de 2016

Charles Simic




LO QUE LAS GITANAS REVELARON A MI ABUELA CUANDO AÚN ERA JOVEN

La guerra, la enfermedad y el hambre te harán su nieta favorita.
Serás como el ciego que ve una película muda.
Picarás cebolla y trozos de corazón en la misma sartén caliente.
Tus hijos dormirán en una maleta atada con sogas.
Tu esposo te besará cada noche los pechos como si fueran dos lápidas.

Ya vuelan los cuervos por ti y por tu gente.
Tu hijo mayor yacerá con moscas en los labios sin sonreír ni alzar la mano.
Envidiarás a cada hormiga que conozcas en la vida y a cada maleza al lado del camino.
Tu cuerpo y tu alma se sentarán en postes separados mascando el mismo chicle.

“Bella muchacha, ¿estás a la venta?”, dirá el diablo.
El sepulturero comprará un juguete a tu nieto.
Tu mente será un nido de avispas aun en tu lecho mortuorio.
Le rezarás a Dios pero Él colgará un letrero que diga “Favor de no molestar”.
No preguntes más: es todo lo que sabemos.


Charles Simic
(Belgrado, 1938)